Hola a tod@s, mi nombre es Marcos San Miguel y os voy a contar mi experiencia en Bounsel. Soy alumno de 3º de grado en Derecho y actualmente vivo en Madrid, España. A lo largo de estos meses he podido conocer cómo funciona Bounsel de la mano de Pilar Prados y Marcos Sanz, gracias al período de prácticas curriculares en modalidad de teletrabajo que he podido disfrutar con ellos. ¡Por aquí os lo escribo todo!
Cómo conocí la iniciativa
Actualmente, soy alumno del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) y como ya os he escrito, curso mi grado y mi máster allí. Fue con ellos cuando, en una especie de jornadas de orientación profesional, conocí a Pilar Prados y la iniciativa. Me definieron Bounsel como una plataforma todo en uno, “all in one place”, donde con programas de lenguaje y procesamiento natural y tecnología SaaS (Software as a Service) se permite a los usuarios crear un lugar donde concentrar todos los procesos en relación con los contratos y todo tipo de documentos legales. Un servicio proporcionado tanto para empresas como particulares donde puedes crear, redactar, negociar y firmar contratos de manera colaborativa y desde cualquier parte del mundo con un fin principal: que los contratos se hagan más inteligentes a la par de más humanos.
La ponencia que protagonizó Pilar en concreto duró unos 10-15 minutos, pero logré entender el potencial que tenía esta idea de negocio, y decidí ponerme en contacto con ellos para ver si podía hacer mis prácticas allí. Siempre he pensado que el mundo jurídico ha de adaptarse, que debe evolucionar, y por eso en particular las iniciativas de legal tech me encantan, siendo Bounsel en mi opinión, una de las más potentes que hay ahora en el mercado. Mi lema es o te adaptas a los cambios, o los cambios en un futuro van a hacer que te adaptes, lo quieras o no. La ventaja competitiva está en los pioneros, en las personas que ven la oportunidad en el mercado y deciden luchar por ella. Creo firmemente que Bounsel es uno de esos proyectos.
Qué he aprendido y habilidades que he desarrollado
En mi primera reunión fui advertido que iba a realizar todo tipo de tareas, desde legales hasta financieras, pasando por marketing y producto, y que además mis acciones iban a estar totalmente reflejadas en los resultados, visibles. Y así ha sido. Eso es algo que alabo bastante de llevar a cabo unas prácticas en una startup: la transversalidad en las tareas.
Es por ello que puedo afirmar que he aprendido bastante en mi período de prácticas aquí, tanto habilidades técnicas como de otras destrezas también importantes. En concreto he desarrollado todo tipo de habilidades organizativas, de responsabilidad y compromiso, de gestión del estrés y capacidad de resolución de problemas. Se me han ido planteando diversas cuestiones de muchos ámbitos y poco a poco he tenido que intentar resolverlas. Eso ha conseguido acercarme al mundo laboral. Y ayudarme a desarrollar facetas en un entorno de trabajo real, propósito fundamental de las prácticas. Además, me ha gustado mucho el método de trabajo que hemos estado siguiendo, (método por objetivos o metas) y la flexibilidad y comprensión en los horarios. Me gustaría destacar por último el gran factor humano que posee Bounsel, pues he podido realizar mis prácticas con distintas personas de la empresa y mi experiencia no ha podido ser mejor.
Cómo me veo a mi mismo en el futuro
La verdad es que desde muy pequeño no he tenido claro a lo que me iba a dedicar en el futuro, pues me considero una persona muy curiosa, con constante voluntad de aprender y me cuesta decidirme por algo en concreto. No obstante, si que tengo claro que me quiero dedicar a algo que me llene y que me apasione, ya verse sobre el mundo jurídico, financiero u otro y que me ayude a sacar lo mejor que tengo en el día a día. Una de mis opciones es el sector jurídico y, en particular, el legal tech por las oportunidades que creo que puede prestar y porque siempre me ha impresionado cómo la tecnología y en particular la inteligencia artificial puede mejorarnos la vida tanto en el ámbito personal como en el ámbito profesional a todos los seres humanos. Y quién sabe, ¡tal vez mi futuro algún día me vuelva a llevar a Bounsel!
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